El Día Internacional de las Personas con discapacidad, surgió con el objetivo de hacer visible y darle voz a este grupo poblacional, desde entonces su conmemoración ha tenido diversos significados y propósitos ya que como lo menciona la Convención, la discapacidad es un concepto que evoluciona con el tiempo.

Este año cumplimos el décimo aniversario de la ratificación de la Convención, por parte de nuestro país y quizá tendríamos que reflexionar cuales son los avances que hemos tenido, para poder replantear los retos y seguir construyendo.

Es notorio que las personas con discapacidad seguimos siendo uno de los grupos sociales con mayores rezagos, en cuando a los indicadores de la política social que determina el CONEVAL, sin embargo, este ha sido el sexenio con mayor avance en estos indicadores.

El acceso a la salud, el rezago educativo y el acceso a la alimentación, son algunos de los indicadores donde se tuvo un avance significativo y hay que decirlo ninguno tuvo un retroceso, tenemos como pendiente aumentar la participación económica y política de las personas con discapacidad, ya que la gran mayoría no tiene los ingresos suficientes para una vida digna y buena parte del sector obtiene sus ingresos a través de transferencias de programas públicos.

Es claro que el reto significa mejores empleos, mayor cobertura en la educación e incrementar la participación en los asuntos públicos de las personas con discapacidad.

Para enfrentar dichos retos es necesario asumir a la Inclusión como el principio rector y es el compromiso que, desde el sector, la secretaría y el Partido debemos asumir. Nuestra responsabilidad histórica, nuestra herencia de la Revolución Mexicana y sobre todo nuestro compromiso depositado en el lema que nos identifica nos obliga a ser claros en nuestras palabras para ser exactos en nuestras metas.

Así expresamos que:
“El primer paso para la Inclusión, es Incluirse”.

La participación en los asuntos públicos es un derecho que se asume bajo un compromiso, no podemos obligar a nadie a involucrarse en la vida política, pero debemos ser un espacio abierto, accesible e incluyente para seguir consolidando los avances que hemos tenido, el principal es que en el pasado proceso electoral de 61 personas con discapacidad que participamos como candidatas o candidatos a los diversos cargos, 22, es decir una tercera parte provenimos de este Instituto Político, aquí me detengo para reconocer que la intervención de nuestra Presidenta, la Maestra Claudia Ruíz Massieu, entonces Secretaria General y responsable de la Comisión Nacional para la Postulación de Candidaturas, fue decisiva para este logro histórico que debe servir como referencia para aumentar dicha participación en los procesos futuros.

Pero para ello debemos asumir, que las candidaturas no deberán darse por el simple hecho de ser una persona que vive con discapacidad, sino antes bien debemos ser competitivos y capaces de obtener primero la confianza de nuestro Instituto Político, para salir el día de mañana, con el orgullo priista como bandera, a conquistar y en algunos casos refrendar el voto de la ciudadanía.

Más aún, la participación en los asuntos públicos debe ser el trabajo cotidiano que, como representantes en las entidades federativas, de las personas con discapacidad y del Partido Revolucionario Institucional, debemos desarrollar todos los días del año, sin importar si media un proceso electoral.

La Convención declara que es una responsabilidad general del Estado, realizar consultas estrechas con las personas con discapacidad y las organizaciones que las representan, en cuanto se diseñen políticas públicas encaminadas al acceso equitativo a los Derechos Humanos.

Pues bien, de acuerdo con la Ley General de Partidos Políticos, nuestro instituto político es una entidad de interés público que tiene como finalidad promover la participación del pueblo en la vida democrática.

Es entonces que se concluye de lo anterior que somos una Organización que representa a las personas con discapacidad y que a través de la secretaría debemos participar en las consultas estrechas y los asuntos de interés público que definen las acciones políticas para el empoderamiento y la inclusión al desarrollo.

Ante los nuevos escenarios políticos que pretenden acallar las voces de la diversidad, tenemos que asumir una postura basada en el legítimo derecho a disentir, pero siempre además de expresar la crítica y la exigencia, tenemos que acompañarla de la propuesta y la voluntad para construir acuerdos y consensos, para no ser como los partidos pequeños en su mayoría numérica que siguen mostrando su carencia de argumentos y propuestas.

Hoy el nuevo gobierno tiene una oferta basada en el asistencialismo clientelar, si bien es cierto las transferencias económicas a los grupos que enfrentan una mayor vulnerabilidad son necesarias, para lograr la real inclusión se requieren acciones transversales que permitan a las personas con discapacidad asistir a la escuela, acceder al empleo, formar la empresa propia y si participar en los asuntos públicos.

Tenemos que ser propositivos y encabezar como lo ha expresado nuestra Presidenta, una Agenda de la Igualdad, donde tengamos presente que nuestro objetivo no se concentra en avanzar cada vez más, sino también en No dejar a nadie atrás.

Decía Manuel Vázquez Montalbán que “ponerle nombre a lo que nos destruye nos ayuda a defendernos”, estamos en un momento de la vida nacional, donde vislumbramos la destrucción del federalismo y las instituciones democráticas, tenemos que llamar a las cosas por su nombre, “Sin acciones transversales de inclusión, de acceso a los derechos humanos, la supuesta asistencia social es Clientelismo”.

Hoy día vivimos una oleada de odio e insulto, que no discute en base al argumento, sino que nos descalifica por nuestra pertenencia política, no se dialoga, se grita, quizá para acallar las voces disidentes y consolidar hasta el tedio un discurso que se repite una y otra vez, pero que carece de fondo.

Ante ello y reconociendo nuestra postura política e histórica, debemos pronunciarnos en contra de lo que consideramos contrario al interés nacional e insuficiente ante las demandas de nuestro sector.

Pero esta postura crítica debe ir acompañada de la propuesta, por ello para fijar nuestra postura el día de mañana, en compañía de la Presidenta Claudia Ruíz Massieu y a través del Coordinador de nuestro Grupo Parlamentario en el Senado de la República esta secretaría presentara conforme a sus estatutos la Agenda Legislativa en materia de Inclusión de las Personas con Discapacidad, que tiene como primera iniciativa la Reforma Constitucional en el Artículo 4º de modo que de acuerdo a los principios de la Convención sea una obligación del Estado, garantizar el derecho a la Consulta de las Personas con Discapacidad y las Organizaciones que las representan a fin de abrir los espacios de la participación en todos los ámbitos del quehacer político, de forma que puedan diseñarse, ejecutarse y evaluarse las acciones transversales necesarias para la Inclusión.

Ante este reto necesitamos como sector una mayor capacitación, para poder promover ideas y propuestas viables y sostenibles, que tengan la incidencia necesaria para construir el espacio que compartimos.

Es por ello que el día de hoy en el marco de la Conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, nuestro partido que siempre ha sido vanguardia y referente en la vida política de nuestro país, a través de nuestra dirigencia a decidido firmar el “Decálogo por la Inclusión”, como un compromiso cotidiano, permanente y de trascendencia para abrir los espacios de participación en igualdad de condiciones para las personas con discapacidad.

Hace unos meses, alguien me comentó junto a la efigie de Jesús Reyes Heroles, que ¿Por qué el partido nos había escogido en estos tiempos?, si parecía tan difícil recuperar la confianza de la ciudadanía, supongo que fue Don Jesús quien habló y dijo, “Nos tocó a nosotros porque el PRI sabe que podemos”, porque como dijo un hombre que vivió las horas más oscuras para la vida democrática del mundo, Winston Churchill, “Son los tiempos los que escogen a los hombres idóneos y no al contrario”.

Si el Partido nos ha dado esta confianza en estas horas donde incluso se habla del fin de nuestro Instituto Político, es porque sabe que en cada uno de nosotros, existe la fuerza para superar cualquier adversidad, porque se que cada uno de ustedes son mujeres y hombres de bien, que luchan cada día por mejorar las condiciones sociales de uno de los grupos con mayor rezago, sepan que me siento honrada de compartir estos momentos de la Historia con ustedes, porque por difícil que sea la tarea siempre la tenacidad que la discapacidad nos ha dado será nuestra mayor aliada para no dejarnos vencer, no tengamos miedo al diálogo, al final el tiempo nos dará la razón.

Quisiera terminar recordando Don Rubén Bonifaz Nuño, quien en los últimos años de su vida enfrentó el reto de vivir con discapacidad y nos dejó como legado una frase que siempre nos podrá dar aliento.

Nuestra fuerza es el espíritu. Acaso, en el mundo de hoy, alguien considere que es una fuerza pequeña. Pero es la única fuerza nuestra, y tenemos que usarla.
Gracias.