Por: Erick Brandon Palacios Sánchez
El día mundial de la Parálisis Cerebral se conmemora el primer miércoles del mes de octubre. La iniciativa para tomar esta fecha como un día conmemorativo surge de la necesidad de tomar conciencia sobre los retos y dificultades que puede vivir una persona con parálisis cerebral y sus familiares más cercanos. Es por ello que la Confederación de Atención a la Parálisis Cerebral de España (ASPACE) un ente que aglutina más de 70 asociaciones civiles que tratan esta circunstancia de vida en aquel país, impulsaron campañas y actividades de concientización sobre esta común, pero desconocida discapacidad.
Gracias a su gran activismo, hoy participan en esta iniciativa de concientización más de 30 naciones que se han unido a la causa promoviendo acciones afirmativas en la materia.
La ASPACE cuenta no solo con un modelo de atención psicológica y física especializada para personas con parálisis cerebral, sino que además, brindan las herramientas necesarias para que ellas y ellos desarrollen una vida plena que les permita ser proactivos en la vida laboral de manera independiente, poniendo énfasis en su desarrollo humano, sus talentos y sus virtudes. Su trabajo, se asemeja en México con el de la Fundación Teletón, con la diferencia de que esta institución española prioriza su atención y misión para atender únicamente a todos los pacientes con parálisis cerebral.
Teniendo como referencia de este importante avance en la cultura de la inclusión, te invito a que me acompañes a conocer a profundidad de qué se trata esta común discapacidad. A continuación te comparto algunas causas que debes conocer:
¿Sabes en qué consiste la Parálisis Cerebral?
La parálisis cerebral se debe a un desarrollo cerebral anormal, generalmente antes del nacimiento. Algunos de los síntomas son reflejos exagerados, distonía o rigidez de las extremidades, y movimientos involuntarios. Suelen aparecer durante los primeros años de la niñez. El tratamiento a largo plazo incluye fisioterapia y otros tipos de terapias, fármacos y a veces cirugía.
Los signos prematuros de parálisis cerebral suelen aparecer antes de los 3 años de edad. Frecuentemente, los bebés son más lentos para voltearse, sentarse, gatear, sonreír o caminar.
La Parálisis Cerebral y sus Variables
Parálisis cerebral espástica
Aproximadamente del 70 al 80% de las personas con parálisis cerebral están dentro de esta categoría. Sus músculos están rígidos, dificultando el movimiento. Cuando las dos piernas están afectadas (diaplejía espástica), el menor puede tener dificultad al caminar porque los músculos rígidos de las caderas y las piernas hacen que éstas se tuerzan hacia dentro y se crucen a la altura de las rodillas (movimiento de tijera). En otros casos, sólo un lado del cuerpo está afectado (hemiplejia espástica), a menudo con el brazo más afectado que la pierna. La más grave es la cuadriplejia espástica, en la cual están afectados los cuatro miembros y el tronco, a menudo junto con los músculos que controlan la boca y la lengua.
Parálisis cerebral diskinética.
Aproximadamente del 10 al 20% tienen la forma diskinética, que afecta a todo el cuerpo. Se caracteriza por fluctuaciones del tono muscular (que varía de demasiado rígido a demasiado flojo) y a veces está asociada con movimientos incontrolados (que pueden ser lentos y contorsionados o rápidos y abruptos). Los menores generalmente tienen dificultad para aprender a controlar su cuerpo lo suficiente como para sentarse y caminar. Dado que los músculos de la cara y la lengua pueden estar afectados, también puede haber dificultades para succionar, tragar y hablar.
Parálisis cerebral atáxica.
Aproximadamente del 5 al 10% tienen la forma atáxica, que afecta el equilibrio y la coordinación. Las personas pueden caminar con una marcha inestable y tener dificultad con los movimientos que requieren una coordinación precisa, como la escritura.
Muchas cosas que ocurren durante el embarazo y alrededor del nacimiento pueden interrumpir el desarrollo normal del cerebro y producir parálisis cerebral. En el 70% de los casos, aproximadamente, el daño cerebral se produce antes del nacimiento, aunque también ocurre alrededor del momento del nacimiento o en los primeros meses o años de vida.
Algunas de las causas conocidas incluyen:
i) Suministro insuficiente de oxígeno al feto; por ejemplo, cuando la placenta no funciona adecuadamente o se desgarra de la pared del útero antes del nacimiento, el feto puede dejar de recibir suficiente oxígeno;
ii) Nacimiento prematuro. Los bebés prematuros que pesan menos de 3 1/3 libras (1500 kg) tienen hasta 30 veces más probabilidades de desarrollar parálisis cerebral que los bebés nacidos a término.